La definición de nuevo proyecto gastronómico para Tondeluna es todo un acierto, ya que en perfecta mezcla de vanguardia y tradicionalismo este negocio hostelero se adapta a los tiempos y a la cultura española del nuevo tapeo desde las raciones hasta en la distribución de los comensales. Me explico, practicidad en el espacio y el tiempo sin dejar de lado la calidad y comodidad. Así es como yo definiría Tondeluna.
Desde mi primera vez en Tondeluna, lo he frecuentado ya en varias ocasiones, y aunque siempre he asistido durante el fin de semana, he creído que es el lugar perfecto para las comidas de los días más ajetreados donde también, por qué no, hay que cuidarse y regalarnos nuestros fugaces descansos. Y es que en Tondeluna, si lo deseas, puedes comer muy bien y en muy poco tiempo una variedad de platos increíble.
La distribución del espacio es digna de reconocimiento. Una serie de mesas corridas y paralelas permiten sentar y dar salida a un número record de comensales sin mermar la comodidad de éstos. Es en este concepto en el que se consigue aunar la comodidad de un restaurante y el hecho social de tapear en la barra de un bar donde podemos socializarnos o no con el resto de visitantes.
Otro factor valorable, son los horarios, más en una ciudad como Logroño donde sólo puedes comer y tapear en franjas de horario muy reducidas. Os contamos el nuevo plan de Tondeluna: posiblemente servirán desayunos y almuerzos en breve. Para los que sois de Logroño y trabajáis en el centro, ¿no es una buena noticia?.
Desde mi primera vez en Tondeluna, lo he frecuentado ya en varias ocasiones, y aunque siempre he asistido durante el fin de semana, he creído que es el lugar perfecto para las comidas de los días más ajetreados donde también, por qué no, hay que cuidarse y regalarnos nuestros fugaces descansos. Y es que en Tondeluna, si lo deseas, puedes comer muy bien y en muy poco tiempo una variedad de platos increíble.
La distribución del espacio es digna de reconocimiento. Una serie de mesas corridas y paralelas permiten sentar y dar salida a un número record de comensales sin mermar la comodidad de éstos. Es en este concepto en el que se consigue aunar la comodidad de un restaurante y el hecho social de tapear en la barra de un bar donde podemos socializarnos o no con el resto de visitantes.
Otro factor valorable, son los horarios, más en una ciudad como Logroño donde sólo puedes comer y tapear en franjas de horario muy reducidas. Os contamos el nuevo plan de Tondeluna: posiblemente servirán desayunos y almuerzos en breve. Para los que sois de Logroño y trabajáis en el centro, ¿no es una buena noticia?.
Después de introduciros en el concepto de este nuevo lugar y sin dejar de resaltar que es obra de quien obtuvo la primera estrella Michelin riojana (y aún sigue renovándola), os voy a hablar del menú y en concreto los platos que degusté junto a mi pareja y un amigo el primer día que asistí.
El estilo de cocina es el término medio entre la que se sirve en el Echaurren (más tradicional) y en el Portal del Echaurren (la vanguardista).
El menú da a elegir tres opciones:
- Una ligerita, más bien para los vegetarianos o que se cuidan ‘muy mucho’
- Otra tradicional, el menú de toda la vida: entrante, principal y postre.
- Y el menú Atondelunado, opción que te da una mayor variedad de degustación y te permite valorar con buen criterio la cocina de Tondeluna. Opción por la que nosotros nos decantamos.
Un consejo: pedir fuera de menú alguno de sus platos con asterisco (*) que son los que no entran en el precio del menú. En nuestro caso, además pedimos entre otros, la merluza confitada a 45º ¡Qué delicia!
- Una ligerita, más bien para los vegetarianos o que se cuidan ‘muy mucho’
- Otra tradicional, el menú de toda la vida: entrante, principal y postre.
- Y el menú Atondelunado, opción que te da una mayor variedad de degustación y te permite valorar con buen criterio la cocina de Tondeluna. Opción por la que nosotros nos decantamos.
Un consejo: pedir fuera de menú alguno de sus platos con asterisco (*) que son los que no entran en el precio del menú. En nuestro caso, además pedimos entre otros, la merluza confitada a 45º ¡Qué delicia!
En cuanto a postres, me decanto por el más original, una reinvención del mojito, ¡sólo que en este caso no es un cóctel bebible! No os cuento más ¡Hay que probarlo!.
Por cierto, ya sé que estando en La Rioja, quién no iba a maridar esta comida con un buen vino. Bien, pues yo os recomiendo que dejando las convenciones a un lado, probéis la nueva cerveza de Ferrán Adriá, Inedit, de la cual Tondeluna empieza a ser una buena embajadora.
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