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1 feb 2011

El regalo ideal para dar una pincelada especial a San Valentín

En los sueños y en el amor, no cabe lo imposible. Como imposible no es regalar un dosificador de oro o plata comestible, ya que en algunas joyerías se vende por un precio aproximado de 50 euros.

Y es que en la búsqueda incansable de la originalidad para el ser amado, no dejamos de ser tradicionales ¿por qué no regalar joyas con un formato diferente?

Algunos joyeros como los Valencianos Macum Joiers son capaces de convertir el momento especial de elegir una joya en pareja en un placer aún mayor si a éste acompañamos una degustación de cava con oro comestible en suspensión y unos bombones para la pareja en el espacio ‘Vip’ de su joyería.
Pero el trato especial con el cliente no acaba ahí. Las fechas señaladas también significan algo en Macum Joiers. "Siempre pensando en el cliente, el día de los enamorados regalamos una cena con alojamiento”


Mientras, otros, como los joyeros Gomez & Molina en Marbella, se les dio el caso de agotar existencias de tales dosificadores en 2009, un mes después de lanzar la publicidad de su stock en tienda.

Como veis, el éxito y sorpresa quedan garantizados con este producto debido a la originalidad.
Por otra parte, las cenas románticas son otro de los regalos tradicionales que no dejarán de sorprender si introducimos nuestros ingredientes estrella (oro y plata) en alguno de los platos. Por si alguien quiere inspirarse, os hemos querido dejar la propuesta que el Restaurante El Alquimista ofreció el pasado San Valentín en su carta para las noches del 13 y 14 de Febrero. Por su carácter sugerente, no deja de tener un punto de erotismo…

La sopita de cebolla hará entrar en calor a la pareja, para seducirla después con un huevito agasajado con joyas vegetales y minerales, que incluye entre otros ingredientes, patata rubí, oro y bronce. La “bacanal bajo el mar con su lecho jugoso” dará continuidad al menú con un pescado del día acompañado por frutos del mar, para proseguir con un “corderito en las mil y una noches” (lechazo en dos texturas con dátiles, sésamo y frutos secos). La “Pasión Turca” culminará la experiencia gastronómica con notas de canela de ceylán (para ellos) y vainilla de Tahití (para ellas).

1 comentario:

Susana Oro dijo...

Ya estoy pillando ideas para una cena romántica, aunque (solo por llevar la contraria al mundo) no la haré el 14 de febrero, sino cualquier otro día. ¡Así será sorpresa de verdad!

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