El regalo tenía un leve envoltorio que se deslizó en nuestras manos nada más deshacer un lazo al que alguien había ejercido una presión escasa como para caer de forma menuda. Lo que vimos, lo que abrió nuestros ojos, nos hizo volver a un tiempo no tan pretérito en el que los bocadillos se hacían con pan con apellido de aldea y los dibujos animados eran cuestión de la tele de después de la sobremesa. De nuevo, perdonad la nostalgia ochentera.
Volvamos al regalo. Al retirar el papel decorativo encontramos una caja de Playmobil muy especial. ¡Era un batidor de oro de Schwabach!
Todo tiene su explicación. Con motivo del 900º aniversario de la ciudad alemana de Schwabach, en la que se elabora el oro comestible de Orogourmet, se ha creado una figura exclusiva de Playmobil. Es un goldschläger, es decir, un artesano especializado en reducir en finas láminas el oro o la plata, que posteriormente se usarán para cubrir y embellecer libros, muebles, retablos, esculturas…, o para producir oro y plata comestible. El muñeco viene con su típico delantal verde, una maza, el libro patrón y unos lingotes de oro. Playmobil no ha reparado en detalles: la caja incluye las letras y el logotipo de la ciudad impresos en oro. Para empezar, se han hecho 25.000 unidades que ya están agotadas. ¡Gracias a los Reyes Magos de Schwabach!
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